A lo largo de la vida de tu empresa o sociedad, puedes decidir trasladar la sede social a otro lugar, bien porque venga impuesto por una necesidad impuesta como puede ser el caso, por ejemplo, de que se resuelva el contrato de arrendamiento de local en el que la sociedad tiene fijado su domicilio o simplemente porque así se decida en la junta general de socios o por los administradores de la sociedad.
Las razones pueden ser variadas, pero siempre tendrás que cumplir con unos trámites para que puedas cambiar el domicilio social de tu sociedad.