1. Debes conocer la legislación a aplicable a tu negocio
Las operaciones comerciales se rigen por las normas de conducta establecidas por la ley. Ya se trate de leyes estatales, autonómicas o incluso de carácter local, estas normas deben cumplirse por todos. La ignorancia no es una excusa.
Por eso, después de haber decidido el tipo de negocio que quieres montar, debes familiarizarte con todos los requisitos legales que necesitas para ello. Hay muchos recursos en internet donde poder consultar estas dudas pero en Rocket Lawyer España, además de poner a tu servicio numerosas guías gratuitas donde poder consultar, y de poner a tu disposición los documentos que necesitas, te ponemos en contacto con los mejores abogados de tu zona si además precisas aclaraciones o que te ayuden en alguno de los trámites.
2. Separa tu patrimonio del patrimonio de la sociedad
Antes de iniciar una actividad económica, para poder limitar tu responsabilidad es aconsejable que crees una sociedad. Lo primero que tendrás que hacer es escoger el tipo de sociedad que más se adapte a tu proyecto empresarial. Lo mejor es explorar y entender las diversas estructuras societarias existentes en España y seleccionar el tipo de sociedad más apropiado para tu empresa, puedes consultar para ello nuestra guía gratuita Elige y crea tu sociedad.
La Sociedad de responsabilidad limitada es recomendable para la pequeña e incluso mediana empresa, que se conoce como pyme y para las de carácter familiar. El capital social mínimo para crearla es de 3.000 euros. En este tipo de sociedades, los socios no responden personalmente de las deudas de la sociedad así que tu responsabilidad estará limitada al capital aportado en la misma. Será la sociedad la que, como persona jurídica, responda ilimitadamente con todos su bienes presentes y futuros.
Tendrás bastante autonomía y libertad para fijar tus estatutos y la forma de organizar tu sociedad. Nuestro modelo de estatutos contiene las reglas o normas que se firman al crearse la sociedad. Lee nuestra guía rápida Las sociedades limitadas si quieres conocer más detalles.
3. Mantente protegido
Sin la protección legal adecuada, podrías ser responsable de sucesos o acontecimientos de los que sabes poco o nada.
Por ejemplo, si alguien sufre un daño en tus instalaciones, podrían demandarte por los daños sufridos ya sean por tu culpa o por culpa de alguno de tus empleados. Esto te hace vulnerable a demandas judiciales, lo que podría dañar tu reputación y posiblemente hacerte perder dinero. Las reclamaciones por daños y perjuicios, en el caso de que los daños causados sean cuantiosos pueden llevarte a comprometer tu patrimonio, pudiendo incluso no ser suficiente para pagar los gastos ocasionados. Por ello, la obtención de un seguro de responsabilidad civil te brindará de la protección necesaria contra tales incidentes.
Si diriges un negocio grande con un consejo de administración, es posible que necesites hacer un esfuerzo adicional y obtener el seguro de Responsabilidad civil de administradores y directivos. Este seguro protege a los Administradores, Consejeros y demás Directivos de la empresas de las reclamaciones que deriven del ejercicio de su cargo, fundamentándose en presuntos perjuicios económicos alegados por cualquier accionista, empleado o tercero (acreedor, cliente, competidores…), garantizando los elevados gastos de defensa y la posible indemnización, trasladando a una compañía aseguradora su responsabilidad personal y solidaria.
Hay otros tipos de negocio que necesitan un seguro que cubra la responsabilidad en la que puedan incurrir en el ejercicio de la actividad o actividades que constituyen su objeto social. Es la Ley la que les obliga a ello. Este es el caso de las sociedades profesionales, por ejemplo, si se trata de un despacho o bufete de abogados, gestoría, consultoría, empresas de ingeniería, empresas de informática, etc.
4. Protege tu propiedad intelectual
Si estás ofreciendo un producto o servicio único, debes protegerlo para que nadie lo copie y se aproveche de ello. Existen regulaciones para proteger la propiedad intelectual e industrial. En España la Propiedad Industrial protege las marcas, patentes y modelos de utilidad, signos distintivos y diseños. Por su parte, la Propiedad Intelectual se reserva para la protección obras literarias y artísticas como las novelas, poemas y obras de teatro, películas, obras musicales, obras de arte, etc. Para cada una de ellas existen leyes diferentes.
Asegurar una patente, marca registrada o derecho de autor para tu idea, producto o servicio puede ser vital para desarrollar tu marca y mantener tu ventaja competitiva en el mercado.
Siempre es recomendable inscribir o registrar la marca empresarial en el Registro de patentes y marcas que depende de la Oficina Española de Patentes y Marcas, para que quede protegida y no pueda ser inscrita por otras personas o empresas a su favor. La inscripción de las marcas se efectúa con la intención de que las mismas sean usadas por el titular o por quien se encuentre debidamente autorizado para identificar los correspondientes productos y servicios en el mercado. La marca cumple sus funciones cuando realmente se usa la marca. Esto prohíbe que otros utilicen los elementos protegidos de tu propiedad intelectual e industrial sin tu consentimiento.
Además, puedes vender tus marcas. A través del contrato de venta de marca, podrás vender o comprar la marca registrada como cualquier otro bien de la empresa, en este caso, se trata de un bien intangible (que no se puede tocar) y con ella todos los derechos de propiedad, uso y disfrute de la misma.
Este artículo contiene información jurídica general y no contiene asesoramiento jurídico. Rocket Lawyer no es un bufete de abogados y no sustituye a un abogado o bufete de abogados. El derecho es complejo y cambia con frecuencia. Para obtener asesoramiento jurídico,pregunta a un abogado