1. Ten en cuenta que no es lo mismo disolver que extinguir la sociedad
A pesar de que la sociedad no tenga actividad económica, mientras la misma no esté disuelta deben cumplirse ciertos trámites legales (por ejemplo, presentación de cuentas anuales, del impuesto de sociedades, etc). Esto es así porque la sociedad sólo se extingue cuando se realizan las operaciones liquidatorias necesarias para aislarla del tráfico mercantil. Por eso, si quieres cerrar la sociedad y que la misma quede extinguida de forma legal debes seguir los trámites necesarios.
2. No abandones la sociedad sin más, ni la dejes inactiva
Muchos administradores piensan que con despedir a los trabajadores y no seguir trabajando con esa sociedad, que con “dejarla morir” ya es suficiente. Pero como administrador de una sociedad, tienes que saber que el cierre de hecho o el abandono de la sociedad puede traerte graves consecuencias si no sigues unos trámites para cerrar y liquidar la sociedad.
3. Ten en cuenta cual es tu responsabilidad como administrador de la misma
Si te limitas a abandonar tu sociedad, pensando que con eso es suficiente, puede que los acreedores (Hacienda, proveedores o la Seguridad Social entre otros), te exijan a tí como administrador el pago de las deudas de la sociedad.
Es decir, te convertirías en responsable solidario de las deudas de la sociedad de forma automática. Aunque las deudas que tenga la sociedad no se hayan contraído por tu culpa, sólo por no haber cumplido con tus obligaciones como administrador y haber cerrado la sociedad sin más, ya te pueden exigir el pago de las deudas de la sociedad.
4. Saber de qué plazo dispones y cómo debes actuar
Seguro que en estos momentos te estás preguntando, qué hacer para evitar que te exijan, como administrador, el pago de las deudas de la sociedad. La respuesta es muy sencilla, tienes un plazo de dos meses, para actuar:
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si la sociedad se ha paralizado y ya no tiene funcionamiento desde hace más de un año
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si tiene pérdidas
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si es imposible seguir funcionando con la sociedad
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convoca una junta general e indica como punto del orden del día “acuerdos a tomar sobre disolución y liquidación de la sociedad”.
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si la sociedad tiene graves pérdidas y no puede hacer frente al pago de acreedores, solicita en el Juzgado un concurso de acreedores en caso de insolvencia, y evitarás ser responsable de las deudas sociales.
5. Por último, solicita la disolución judicial de la sociedad
Si a pesar de haber convocado la junta, no se celebra en el plazo de dos meses desde que la convocaste o si los socios han votado en contra, como administrador tienes que solicitar al juez la disolución judicial de la sociedad.
No confíes en que la sociedad no tiene deudas y puedes cerrarla sin más, porque en cualquier momento, y durante un plazo de cuatro años, tus proveedores, hacienda o la seguridad social pueden pedirte el pago de las deudas de esa sociedad que cerraste hace un par de años.
Así que recuerda, que limitar tu responsabilidad como administrador de una sociedad, es muy sencillo sólo cumpliendo con este requisito de convocatoria de una junta para acordar la extinción y disolución de la sociedad; y así evitarás ser responsable de las deudas de la sociedad y ni los proveedores, Hacienda o la Seguridad social podrán exigirte que pagues con tu patrimonio las deudas de la misma. Encontrarás más información sobre la gestión de las sociedades en nuestra guía legal Gestión de sociedades.
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